Embalaje ecológico y su impacto en la cadena de valor

“No cambiamos el mundo con grandes gestos, sino con pequeñas decisiones repetidas a diario.” — Desconocido

A menudo, cuando se habla de sostenibilidad logística, se piensa en vehículos eléctricos o energías renovables. Pero hay un elemento que, aunque pequeño, tiene un gran impacto en la cadena de valor: el embalaje.

Sergio, responsable de operaciones de una marca de cosmética natural, decidió rediseñar su sistema de packaging. Pasó de plásticos no reciclables a cajas biodegradables, impresas con tintas vegetales. Resultado: sus costes bajaron un 12 %, su volumen de residuos se redujo drásticamente, y las valoraciones de los clientes mejoraron en los canales online.

El embalaje ecológico no solo responde a una necesidad medioambiental, sino también a una exigencia de los consumidores actuales:

• Reducir residuos sin sacrificar protección.

• Optimizar el espacio logístico, permitiendo mayor carga en cada envío.

• Mejorar la percepción de marca, asociándola a valores responsables.

• Contribuir a una economía circular, donde el envase es reutilizable o compostable.

Además, en sectores como el e-commerce o la alimentación, donde el packaging es parte del producto, su diseño ecológico puede suponer una clara ventaja competitiva.

BioPack Madrid, proveedor de embalajes sostenibles, implementó un sistema de cajas ajustables y reutilizables para una empresa de distribución online. Resultado: reducción del 40 % en materiales usados y 28 % en costes logísticos.